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6 outfits de otoño que puedes llevar ya

La moda me gusta en sentido general, pero si me tengo que quedar con una temporada que me encanta esa es el otoño. Los jerséis gruesos, las camisas de cuadros, las sudaderas calentitas, las botas... Y ya no es la estética, con esos colores ocres y burdeos tan característicos, sino la felicidad que siento cuando comienza a hacer fresquito y puedo dejar atrás los shorts y abrigarme con una chaqueta calentita y suave.


A lo largo de mi vida como bloguera he creado diferentes outfits otoñales. Ninguno de ellos muy elaborado, como ya sabéis, porque soy bastante práctica. Me hubiese gustado que fueran más, pero tenemos el calendario que tenemos. Hoy he querido rescatar algunos de ellos para daros ideas de conjuntos otoñales que os podéis poner ya mismo con este clima. 





Vuelta a clase

 


Curiosamente, casi nunca hago un outfit de vuelta a clase. De hecho, creo que solo lo hice una vez hace años... Pero esta vez me apetecía hacer este clásico blogueril porque esta camiseta de lacitos que os enseño me inspira para ello. Me recuerda a una colección similar que mi bloguera favorita utilizó para sacarse unas fotos de stock en la librería y sentía que tenía que recrear ese sentimiento.


Os presento un conjunto sencillo y sobrio que resulta ideal para esos primeros días de clase en los que aún arrastramos el calor del verano y para escaparnos a nuestra librería favorita para llenar nuestras estanterías de títulos interesantes que devoraremos.


Una de mis librerías favoritas de Salamanca es Letras Corsarias. No solo es preciosa para visitar, sino que además se dedican a nutrir la oferta cultural de la ciudad organizando presentaciones de libros, charlas y encuentros con escritores. El otro día nos abrieron sus puertas para hacer estas fotos porque son lo más majo que existe.

La vida es esta

No quiero que penséis que este es un post Mr. Wonderful en el que os hablo de lo bonita que es la vida u os trato de dar lecciones de cómo vivirla. Más que otra cosa, este post es una amalgama de pensamientos que me rondan la cabeza y de los cuales me apetece hablar.


A mis 28 años, he dado muchos bandazos a lo largo de mi vida. Hace una década, cuando entré en este maravilloso mundo de la mayoría de edad y el adulting, tenía unas expectativas y estas no solo no se han visto cumplidas, sino que han ido transformándose en todo este tiempo. La cuestión es que tendía a soñar a lo grande y a posponer la felicidad, de modo que pensaba cosas como "cuando termine de estudiar viviré no sé dónde, trabajaré en no sé qué, me compraré una casa de esta manera...". Y tener metas está muy bien, el error es pensar que tu vida comenzará entonces, y no es así.


Lo que quiero decir es que la vida no es la búsqueda de esas grandes metas, sino todo lo que hay entre medias. El valor no reside en el chalet que te quieres comprar algún día, sino en todas las tardes que pasas haciendo las cosas que disfrutas. Y, aunque esto pueda parecer una obviedad, me ha costado mucho llegar a este punto.





Fancy

Normalmente siempre suelo compartir inspiración para crear conjuntos casuales, por lo que encontrar este vestido me dio la oportunidad de salirme de lo común y hacer algo más especial. En cuanto lo vi en el catálogo de DressLily supe que sería el vestido ideal para asistir a una cena o a una cita.

Este es el clásico vestido rojo para ocasiones especiales. A mí me gusta porque tiene un lazo en el pecho y escote bardot. Aunque en la imagen no lo veáis, tiene tirantes finitos, pero yo prefiero ponérmelo así porque creo que le aporta un toque de elegancia.

Una casa rural en Portugal

 


He estado tentada de titular este post como "la desconexión en la pandemia" en una especie de honor a los títulos de la serie Bones, que si sois fans entenderéis la referencia, o algo como "la necesidad de la desconexión", pero he decidido ir más al grano. En parte porque asumir que hicimos esta escapada por esa razón sería erróneo.


¿Por qué escaparse a una casa rural de Portugal en un verano de pandemia? Podría daros mil razones Mr. Wonderful, pero la realidad es que hace unos años nos regalaron una caja de experiencias, de esas de Wonderbox, y en previsión de más catástrofes mundiales decidimos que teníamos que gastarla YA. Nuestra mejor opción fue la Casa de Santa Ana da Beira, en el distrito de Guarda, en Portugal. 


Nuestra elección fue muy acertada, ya que está cerca de Salamanca, es una casa rural con muy poca ocupación y era un sitio ideal para la distancia social. Cada habitación tenía su propia entrada al jardín con piscina, por lo que no tenías que cruzarte con nadie por el pasillo, y todo estaba limpísimo y muy cuidado.


Además de hablaros de esto, os enseño el outfit que llevé ese día. Especialmente el precioso bolsito de DressLily con el que lo combiné. Porque, ya sabéis, si tiene cuadritos vichy lo quiero.