Confieso que no iba a empezar con el tema San Valentín hasta febrero, pero he visto que muchos bloggers ya han hecho su aportación y que las tiendas ya están preparadas, así que he pensado que cuanto antes, mejor. Quedan casi 15 días para el día y no estaría mal que compráramos las cosas a tiempo por una vez (esto, más que nada, lo digo por mí).
También tengo que confesar que yo este año no voy a comprar un regalo como tal sino que lo voy a hacer yo. Pero claro, no escribo el blog para mí 😅 y sé que muchas personas agradecéis algunas ideas de cara a hacer el regalo perfecto. ¡Y aquí están! Esta vez lo he hecho un poquito diferente y espero que lo encontréis útil.
Hay semanas en las que llego al final del domingo arrastrándome por el suelo y casi sin aliento. Esta es una de ellas. De hecho, últimamente casi todas son así y no sé cuánto tiempo más voy a poder seguir aguantando este ritmo tan intenso. "Dormiremos cuando muramos", como le leí una vez a una bloguera que también estaba agobiada.
La parte positiva es que se acercan mis vacaciones (bieeeeen 👏), las cuales me quité de Navidad para poder disfrutarlas en el mes de febrero, que era realmente cuando podía descansar. Sí, sé que suena raro, pero la verdad es que en Navidad no habría podido hacer nada especial y, de todas maneras, mi familia estaba aquí así que he disfrutado igual con ellos y con mis amigos. Manu y yo queremos irnos al pirineo aragonés, pero, en caso de no poder me da hasta IGUAL (esto ni loca lo habría dicho hace un mes) porque lo que queremos es descansar y pasarlo bien.
Prometo más fotos de nieve como esta si conseguimos irnos a Panticosa.
Estas son las cosas que he descubierto esta semana:
1- Papá es muy protector con su pequeñita
No sé vosotros, pero yo necesito mi dosis de adorabilidad y cuquismo de la semana. En este vídeo, que es la monada más mona que he visto, un papi golde retriever no quiere que nadie se acerque a su cachorrita.
Hace tiempo, cuando compartí una imagen en Instagram, una chica me ofreció colaborar con ella para promocionar uno de sus productos en la red social. A lo que añadió, especificando, "como influencer". Supongo que me quedé pensando un poco en ello, con ese término dando vueltas en mi cabeza, y que eso fue lo que me hizo ver la palabra "influencer" en todos los titulares, en artículos, en promociones... Influencer.
Quiero remarcar que yo no soy una influencer. No es solo el hecho de que no me considere como tal, sino que, literalmente, no lo soy porque mi blog no tiene las cifras y el engagement suficiente como para serlo. Vaya eso por delante. Pero, aparte de eso, hay algunas cosas sobre las cuales me gustaría reflexionar.
No sé qué me pasa últimamente, no sé si será que mi mente está ya pensando en la primavera o qué, pero no paro de enamorarme de prendas de color rosa. En serio, es que lo quiero TODO en rosa. Cosa rosa que veo, cosa que quiero. Bolsos, abrigos, faldas, gorros... Me da igual.
Y no es que haya leído que el rosa va a ser el color de la primavera ni nada. De hecho, creo que va a ser el verde. Pero, no sé, tengo una fijación inexplicable. Siempre ha sido mi color favorito, sí, pero en realidad no es que tenga muchas prendas en este color porque, para vestir, me llaman más los tonos azul marino o rojo. Además, es un color un poco complicado en invierno porque tiendo a otro estilo más invernal (jerséis fair isle y ese tipo de cosas).
Sea como sea, es un hecho, así que he estado recogiendo algunas prendas que he visto por tiendas online y que me han encantado. No sé si podré esperar a la primavera, ya os lo digo...
Esta semana no ha sido mucho mejor que la anterior, pero creo que sí ha sido necesaria. Me suelo sentir así a comienzos de año cuando veo que las cosas no están funcionando como yo me había imaginado. Empiezo a cuestionarme si he tomado las decisiones correctas, si estoy haciendo las cosas bien, si debería cambiar el rumbo... Y digo que es necesario porque sé que estas temporadas son las que nos hacen replantearnos las cosas y hacer reflexión.
También es cierto que esta semana se han juntado ciertos factores que me han desestabilizado un poco. Estamos haciendo reformas en la casa, mi abuela ha tenido que quedarse con nosotras porque no se encontraba bien, una de mis amigas se va a trabajar al sur... Esa clase de cosas que por separado no serían tan impactantes pero que, cuando se juntan, te generan estrés. Por suerte, tengo la mejor madre del mundo, a quien puedo contarle cómo me siento y es quien me recuerda que todo pasa por una razón.
Estos han sido mis descubrimientos esta semana:
1- Este mono quiere su (maldita) uva
Mis amigos y yo no nos hemos podido reír más con este vídeo de Twitter. Es un experimento en el que hay dos monos capuchinos en jaulas y tienen que hacer un ejercicio con lo que parecen ser piedras pequeñas. Los monos lo hacen genial y son premiados. El problema viene cuando a uno le dan pepino y al otro uvas. No os cuento más, tenéis que verlo.
Este mono capuchino rechaza ser premiado de manera desigual por la misma tarea. Le premian con pepino por primera vez y no le importa. Pero luego ve cómo a su compañero le premian con una uva. Y al premiarle a el nuevamente con pepino... pasa lo que pasa... pic.twitter.com/AXAcQPSwfB
¡Os enseño mis regalos de Navidad! Bueno, no han sido los únicos, pero sí los que más tiempo llevaba esperando. Por un lado, he tardado mucho entrar en el tema Barbour, pero, al final, el año pasado me decidí a pedir que me regalaran uno por Navidad. Del mismo modo, pedí que me regalaran un jersey irlandés auténtico de lana merina.
¡Y juntos hacen el outfit más clásicamente preppy del universo! Lo mejor de todo es que Manu y yo fuimos al río a pasear y hacer unas fotos y no pasé ni una gota de frío. Es el conjunto ideal para dar una vuelta por la naturaleza, algo que es muy necesario al menos para mí.
Los domingos son famosos por ser días perezosos y lentos en los que nos pasamos las horas en pijama viendo nuestras series favoritas. Y eso está bien, pero debe acabar. El domingo es el único día de la semana en que casi seguro que no tenemos nada que hacer y está estratégicamente colocado para ser el día previo a toda una semana de compromisos.
Eso lo convierte en un día maravilloso para implementar ciertos hábitos que nos ayudarán a llevar mejor la semana. Además, pasaremos de esos domingos aburridos y amargos a unos días mucho más productos y entretenidos. A la larga vamos a salir muy beneficiados con el cambio, no solo por las ventajas aparentes (mejor organización y más tiempo libre durante la semana), sino también porque nos motiva para ser unas mejores y más activas personas.
¿Sabéis qué? Nunca he creído en eso del Blue Monday, pero voy a empezar a creer. El famoso día más triste del año es mañana y hoy ya ha sido uno de esos (y perdón por la expresión) "días de mierda" de libro. Y, la verdad, no tiene pinta de que vaya a mejorar la situación, precisamente. Solo me anima pensar que estos días se van igual de rápido de lo que han venido y dentro de un mes ya ni siquiera me acordaré.
Esta semana me han quitado mi bañera para poner un plato de ducha y me di mi último baño de despedida 😢
Parece increíble que una semana que empieza tan bien pueda irse torciendo hasta terminar totalmente del revés. No voy a ponerme a enumerar cosas que me han pasado, porque no es cuestión de que te pasen muchas desgracias o situaciones negativas, sino de cómo te van afectando. Basta que tengas un día sensible, como es mi caso (culpo al periodo), para que te venga todo de golpe y acabes llorando en el trabajo.
Lo peor de estos días es que te dejan con ganas de querer hacer solo una cosa en la vida: tirarte en el suelo, boca abajo, y no querer saber nada del mundo. Y eso es malo porque lo que no podemos es darnos por vencidos. Así que en ese punto estoy, en el de intentar no encerrarme en una cueva e intentar sacar el lado positivo a las cosas para poder seguir adelante con la mejor sonrisa. Cuesta, pero es necesario y liberador.
Al final, por suerte, todo es un aprendizaje.
Esto es lo que he encontrado durante la semana:
1- El videoclip de End Game, de Taylor Swift
NO es mi canción favorita de Reputation (aunque sí lo es para hacer deporte) y NO es mi videoclip favorito, ni del álbum ni de Taylor Swift. PERO es un nuevo vídeo de mi artista favorita, así que obviamente es una de las cosas más guays que han pasado durante esta semana. Solo lo he visto una vez y todavía no tengo muy claro el significado, pero creo que cuando lo vaya entiendo mejor me irá gustando más.
Eso sí, la parte de Ed Sheeran en la canción es mi favorita. No puedo evitar cantarla siempre que la pongo.
Aviso: preparaos para un post largo, porque las fotos que hicimos en la nieve me ENCANTAN.
Tal y como os conté el pasado domingo, en toda la provincia de Salamanca cayó una nevada impresionante. No sabría decir si es la mayor nevada que he conocido aquí, pero desde luego fue grande. Lejos de ser como aquellos que estaban odiando profundamente este hecho (como mi propia madre), yo estaba encantada. Lo cierto era que Manu y yo teníamos otros planes fotográficos para ese día, pero no dudamos ni un instante en ponernos los guantes y salir a la nieve.
La verdad es que no sé por dónde empezar. Poder hacer esto con la nieve es algo que me emociona muchísimo. No se trata tanto de qué llevé, que no tiene misterio ninguno, sino de lo bien que lo pasé y la cantidad de bonitos recuerdos que me ha dejado este día. Tengo la galería del móvil llenísima de fotos y vídeos y, por primera vez, no me ha importado que Google Photos me hiciera una película.
El temporal de nieve tiene a media España en alerta. Varias provincias, la mía incluida, se encuentran sepultadas bajo una gruesa capa de nieve que a muchos les encanta y a otros les horripila. Seas del tipo de persona que seas según tu actitud frente a este fenómeno, hay un punto en común con el resto de personas: ¿qué narices me pongo?
Mientras los habitantes de algunos lugares están de sobra preparados para el temporal, otros se acaban de encontrar con el panorama y no tienen ni idea de cómo vestirse para seguir estando presentable y calentito al mismo tiempo. Es por ello que he intentado reunir algunas ideas para ayudaros en este proceso de elegir la ropa adecuada.
Desde mi punto de vista, hay algunas prendas y/o marcas que son clave para soportar este clima. Como prendas podemos tener las botas altas de pelo, que se encuentran ahora en cualquier zapatería, los abrigos medios-largos de plumas, los jerséis de lana, los gorros, las orejeras... Ya veis por dónde voy. Entre las marcas más adecuadas para protegerse del frío (porque, SÍ, protegerse del frío es una cuestión de calidad y eso tiene que ver con la marca y su forma de fabricación) encontramos The North Face, Canada Goose, Barbour, L.L. Bean o Patagonia.
Yo me olvidaría de llevar vaqueros si la capa de nieve es bastante gruesa, porque es un tejido que se humedece con mucha facilidad y traspasa, así como zapatillas, porque sus materiales no son lo suficientemente resistentes y dejan los tobillos al descubierto, y zapatos bajos en general. Dentro de los tipos de bota, se puede elegir un estilo tradicional, botas de agua, botas especiales (no son realmente necesarias, pero quien las tenga puede hacer uso de ellas)...
No sé desde dónde me leéis, pero aquí en Salamanca lo de la nieve es casi anecdótico. Es cierto que raro es el año en que no cae una nevadita, pero no suele cuajar y, si cuaja, no tanto como lo ha hecho hoy. En la capital poco, pero en los pueblos de al rededor ha caído una buena capa en la que se te podía hundir el pie.
Sobra decir que NOS LO HEMOS PASADO GENIAL. Teníamos otros planes, pero en cuanto vimos que caían los primeros copos ya teníamos preparado nuestro plan B. Cogimos la cámara, cogimos la bufanda y los guantes, nos pusimos las botas y salimos a disfrutar del día. Nunca se sabe cuándo va a volver a nevar así, así que hay que aprovecharlo.
¿Sabéis cuál creo que es la mejor parte de salir a la nieve? Volver a casa y ponerte ropa seca y calentita. ¡Y el chocolate a la taza que no falte!
Estos han sido mis descubrimientos de esta semana (bueno, de los días que llevo sin hacer esta entrada...).
Me encantan estos artículos de resúmenes del año en fotografías. Sé que es algo que debería haber compartido antes de Año Nuevo, pero nunca es demasiado tarde.
PD: Yo no soy de meterme en este tipo de temas, pero reconozco que la foto es una maravilla.
Pantone ha elegido el ultravioleta como el color del año para 2018. En un mundo que tiende cada vez más a la digitalización y a las nuevas tecnologías, el color ultravioleta representa uno de los tonos de la galaxia, relancionándolo así con el futuro y lo inexplorado. Es un color que siempre se ha utilizado para representar el cosmos, el mundo de la tecnología, el conocimiento y las cosas que van más allá de lo común.
Para los representantes de Pantone, el ultravioleta es sinónimo de contracultura, originalidad, ingenio y pensamiento visionario, además de aportar un mensaje alentador y un poco de esperanza. Creen que este tono es muy especial al haber nacido de la fusión del rojo y el azul para crear algo totalmente distinto.
Me parece un color muy potente y que transmite varias sensaciones diferentes. Creo que es el color ideal para la gente que tiene algo que decir y se expresa de diferentes maneras. Yo no tengo nada o casi nada en estos tonos, pero me parece muy bonito y que ofrece muchas posibilidades para llevarlo y combinarlo. Hoy os enseño una selección de algunas prendas con este color para que tengáis algunas ideas de cara a lucir el Pantone de este año.
2017 empezó totalmente vacío de expectativas por mi parte, pero me tenía preparadas algunas sorpresas. Podría decirse que es el año en que más veces hemos pisado el hospital mis amigos y yo y en el que más hemos asistido a funerales. Es una desgracia, sí, pero yo no he terminado el año con una mala sensación sino todo lo contrario. Nos hemos tomado lo malo con mucho sentido del humor y más tranquilidad y eso nos ha ayudado a valorar mejor las cosas buenas y a que el balance sea positivo.
Esa falta de expectativas de la que os hablaba es la que ha conseguido que nada me decepcione y que todos los acontecimientos fueran inesperados y gratos. Por ello, esta Nochevieja he hecho un cambio radical de mentalidad y he intentado zafarme de esas supersticiones que hacen que tengas la convicción de que un año será bueno o malo solo porque te comas o no unas doce uvas.