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Visita a Walt Disney Studios Paris

 



Continuamos con el relato de nuestra semana Disney. En la pasada entrada os hablé de nuestro primer día en Disneyland Paris y os mencioné algunos consejos y datos útiles para futuros visitantes (información de la app, restaurantes, pase rápido...). Hoy os voy a hablar de nuestro segundo día, en el que visitamos el segundo parque del complejo Disney parisino: Walt Disney Studios, un lugar dedicado a Hollywood y a las películas Pixar.


Si en nuestro primer día nos dedicamos a sacarle partido al Premier Access (Ultimate), este día preparamos nuestra agenda para dar cabida a los espectáculos y para conocer a mi personaje favorito: ¡Olaf! 







Walt Disney Studios es un parque más pequeñito que Disneyland y tiene un horario más reducido. Por eso este día nos lo tomamos con más calma que el anterior y lo intentamos saborear más despacito. Allí es donde iba a aparecer Olaf y cuando llegamos ya había una cola bastante larga, así que eso fue lo primero que hicimos. Las dos chicas (cast members) encargadas de organizar la cola eran españolas y fueron encantadoras.


Tened en cuenta si vais que las colas son grandes. Podéis estar una horita tranquilamente. Por eso os decía que es imposible ver todo en un día, pues el tiempo que pasas esperando es tiempo que no dedicas a otras cosas. Aun así mereció la pena porque me encanta Olaf.


Dato importante: las fotos son caras. Evidentemente puedes hacer tus propias fotos, pero siempre habrá fotógrafos Disney con los personajes y os darán una tarjeta con un número para que tengáis la opción de comprar la foto. Podéis contratar el Disney PhotoPass por unos 75€ y tener todas las fotos, pero yo creo que no merece la pena.







Si habéis leído el post anterior recordaréis que conté que ese día no vimos ningún espectáculo porque decidimos aprovechar el pase rápido. Bien, pues este fue el día de los espectáculos. Vimos tres: Mickey and the Magician (¡el mejor con diferencia! En él, Mickey es un aprendiz de mago que se propone aprender magia en una noche y recibe la visita de varios personajes Disney que le enseñan sus trucos. Nos encantó porque fue como ver pequeñas piezas de varios musicales como Aladdin, Cenicienta o La bella y la bestia), Frozen: A Musical Invitation (nos encantó el animatronic de Sven, pero no la organización ni el planteamiento de la historia) y Symphony of our World (una especie de documental de National Geographic de 10 minutos con impresionantes imágenes de la naturaleza y una banda sonora preciosa. No fue gran cosa, pero se estaba fresquito y vimos animalicos).


¿Merecen la pena? Totalmente. La calidad de los espectáculos Disney es brutal. Hacía tiempo que no aplaudíamos tanto, y esto es real. Duran media hora cada uno y en esa media hora es como ir a ver un musical completo. Fue genial. Nos divertimos muchísimo.


Sobre los espectáculos: es recomendable estar en la cola entre 60 y 30 minutos antes de que comiencen. Son gratis (es decir, van con el precio de la entrada al parque), pero en varios espectáculos da la opción de reservar un asiento, lo que tiene un precio de 15€ por persona. Todos ellos tienen varios pases a distintas horas del día y su información aparece en la app del parque.


Por cierto, si veis ahora la programación veréis un montón de opciones de Marvel, pero no voy a hacer mención a esto porque la zona estaba cerrada cuando fuimos. La abrieron justo el día de nuestro vuelo de vuelta.






En toda la zona Disney de Marne-la-Vallée se encuentran los dos parques temáticos, algunos hoteles Disney y una zona de entrada gratuita que se llama Disney Village. Tiene un montón de tiendas de merchandising, bares y restaurantes. ¡Hasta un globo aerostático! Allí es donde fuimos a comer este día. Me habían recomendado Earl of Sandwich y tenía muchas ganas de probarlo. ¡Me encantó!


Esta zona es genial porque venden algunas cosas que no se encuentran dentro del parque, como granizados, y cualquiera puede entrar (solo hay que pasar el control de seguridad). Los restaurantes son temáticos y originales.







En cuanto al parque en sí, nos gustó muchísimo. Nos montamos en casi todo (al menos, yo), paseamos entre los juguetes de Toy Story, nos sentamos en la terraza de Bistrot Chez Rémy, vimos a Rayo McQueen... La zona que más nos gustó fue la de Ratatouille y, de hecho, nos volvimos a montar en su atracción porque es nuestra favorita. 


Además, por alguna razón, ese día había bastante menos gente que el anterior. Quizá porque era 13 de julio y el día 14 es fiesta nacional en Francia. Estuvimos mucho más tranquilos y lo pasamos muchísimo mejor.








Este parque cierra a las 20.00 y mi plan ese día era volver antes al hotel, pero Mr. Preppy sugirió que nos fuéramos a Disneyland para montarnos en las atracciones que nos quedaban (las que no tenían Premier Access) y pasear por allí. Así que montamos en la de Blancanieves, la de Pinocho y la de Piratas del Caribe. En las dos primeras tuvimos que esperar mucho, pero en Piratas del Caribe solo 5 minutos. 


No íbamos a quedarnos al espectáculo nocturno, pero al final acabamos volviendo tarde al hotel porque decidimos cenar en el Village.









Sobre nuestro hotel


Se me pasó explicaros esto y es importante. Cuando vas a Disneyland Paris tienes varias opciones de alojamiento: los hoteles Disney son bastante caros, pero tienen múltiples ventajas; los hoteles asociados también tienen ciertas ventajas y son más baratos; luego están los hoteles de la zona, aún más baratos; los apartamentos de alquiler vacacional, que pueden ser una buena opción; o los hoteles/apartamentos en París ciudad.


Disneyland se encuentra en Marne-la-Vallée, no en París ciudad. Está a unos 45 minutos. Escoger un alojamiento en París solo merece la pena si el viaje no se centra en la experiencia Disney. Está bien si se quiere recorrer la ciudad y, de paso, visitar el parque, pero no si el objetivo es ver Disney. El desplazamiento se hace largo y cuesta un dinero.


Por esta zona, especialmente en Val D'Europe, hay muchos alojamientos. Algunos de ellos son hoteles asociados. Esto da ciertas ventajas, puesto que tienen transporte gratuito hasta el parque, te dan paquetes con entradas... Los hoteles Disney, además, te amplían el horario del parque y te ofrecen experiencias con personajes y demás. Lo mejor de ellos es que están literalmente al lado, por lo que puedes ir y venir a tu antojo. Como si te vas a echar la siesta en mitad del día y luego vuelves.


Nosotros cometimos el error de coger un hotel no asociado. Estuvimos en el Best Western Grand Parc y nos salió muy bien de precio con desayuno incluido. Escogí este porque me pareció que no estaba lejos (Chanteloup-en-Brie) y me parecía precioso por dentro, peeeero no había transporte al parque. Había que coger un bus urbano (2€/persona) y luego el tren (RER B, 2€/persona). Esto no estaba del todo mal, pero por la noche ya no había buses, así que nos dejamos el dinero en Uber (unos 12€ por trayecto aprox).


Recomiendo que cojáis un hotel que ofrezca transporte al parque. Sale un poco más caro, pero te ahorras dolores de cabeza.



Mi outfit


Para este segundo día seguí apostando por la comodidad y por eso decidí llevar esta falda pantalón de Frnch. La compré en las rebajas de Señorita Naif, una tienda muy cuqui de Salamanca. La combiné con un top blanco de canalé básico de Shein y las mismas sneakers del día anterior.


No suelo ser muy fan de las falda pantalón, pero reconozco que esta me robó el corazón en cuanto la vi. En ese momento me pareció la mejor opción para el viaje, ya que tiene ese toque romántico de una falda, pero con la comodidad de un short, lo que me permitió poder despreocuparme y montarme en las atracciones tranquilamente con libertad de movimientos.






Falda pantalón (skort): Frnch // Top: Shein // Sneakers: Converse


Fotos: Manuel Laya / Luxmantica Photos








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