Recordemos esas mÃticas frases: "Para presumir hay que sufrir" (Todo el mundo, siempre), y "Los tacones son un doloroso placer" (Christian Louboutin, tenÃa que vender tacones).
Y ahora admitamos una realidad: los tacones destrozan los pies. Duelen. Matan. Torturan.
Pero... Son TAN bonitos y quedan TAN bien...
Y los llevamos. ¡SÃ! Porque son bonitos, porque nos hacen más altas, porque estilizan, porque son elegantes...
Pero no somos tan tontas, no. Tenemos nuestros truquitos para hacer menor esa tortura tan deliciosa. Hoy voy a compartir con vosotras algunos de esos truquitos, ya que acabo de venir de una graduación y no he podido pensar en otra cosa.