Cuando algo te marca la infancia, haciéndola aún más dulce, lo recuerdas con infinita nostalgia. Si es el caso de una pelÃcula de dibujos animados, aquellas tan inocentes que nos pegaban a la pantalla, sientes cierta rabia cuando los demás no conocen una que es muy especial para ti. Ese es mi caso ahora mismo.
Cuando era pequeña ya amaba el cine, claro que el de dibujos animados de Disney, y mis padres siempre me regalaban pelÃculas, que ahora ocupan todo el fondo de mi armario y jamás tiraré. Una vez, mi madre apareció con una pelÃcula en VHS un tanto peculiar. Era una recopilación de historietas variadas antiguas de Disney llamada "Mi Querido Mickey" [Link ]. Entre estas historias hay una en concreto que siempre permanecerá en mi memoria y sus canciones nunca se me van de la cabeza.