Ser bajita tiene algunas desventajas. Una de ellas es que casi siempre necesito coger el bajo de la ropa porque las cosas me quedan largas. Normalmente lo hago yo misma, pero con prendas más delicadas me toca acudir a los profesionales. Y esto pensaréis que lo hago inmediatamente, pero lo cierto es que no es así. La ropa en cuestión puede quedarse meses en su bolsa hasta que mi persona se decide a pasar por la mercería. Claro, a ese tiempo súmale el que tarden, por lo que cuando quiero tener la prenda arreglada ya no me la puedo poner porque hemos cambiado de estación. Bueno, pues eso me pasó con este vestido, que ahí donde lo veis lo compré en las rebajas de hace un año.
Este vestido de cuadros es perfecto por muchas razones. Su estampado a cuadros lo hace ideal para esta época del año, en la que pasamos que pensar en el otoño a pensar en la Navidad. El lacito anudado al cuello lo convierte en una prenda de estilo femenino y romántico.
El otro día aproveché las últimas luces del otoño para ponérmelo con unas botas y una chaqueta larga y fuimos a dar un paseo por el parque antes de que las hojas desaparezcan de los árboles por completo.