Este post no tiene buenas fotos y la receta no es lo más memorable del mundo, al igual que ya dije en la pasada receta de cookies en dos minutos, pero pregunté en Instagram qué era lo que queríais ver en el blog durante la cuarentena y obtuve una abrumadora cantidad de respuestas pidiendo recetas. Justamente acababa de hacer esta tarta para el Lunes de Aguas, así que decidí publicarla.
Tiene gracia que mi último post fuese un poquito de inspiración musical para hacer ejercicio y mantener una vida sana en confinamiento y ahora os venga con la tarta más calórica que he hecho nunca. Os juro que esta es la tarta más dulce que he hecho en toda mi vida. Es que lo tiene todo. Por ello, os aconsejo que no la hagáis más de una vez al año e intentad que sea para una ocasión en la que haya bastantes comensales para poder repartirla, pues para pocos se hace DEMASIADO.
La otra cara es que está realmente buena. La tarta de Kinder Bueno es un pecadito repostero que te hace salivar al tan solo pensar en ella.