Siempre me pasa lo mismo cuando me enfrento al documento en blanco a la hora de escribir el texto para este post. Me quedo quieta, pensando, durante más minutos de los que me gustaría admitir, antes se escribir cualquier palabra. Y es que hay veces que mis semanas tienen poco de mencionables. Trabajo, clase, casa... La misma rutina de siempre.
En estos textos me gustaría hablar de las cosas maravillosas (o no tan maravillosas) que he hecho o me han sucedido durante la semana, pero hay muchas veces que no soy capaz porque siento que no he hecho nada reseñable. Y eso me frustra.
Pero luego pienso que la felicidad no está en esas grandes cosas que planeamos y que nos sacan de la rutina, como ir al zoo o inaugurar un nuevo restaurante, sino en los pequeños detalles de cada día que suceden casi sin que nos demos cuenta. Para mí, esta semana ha sido positiva, y aún así no he encontrado nada espectacular de lo que hablaros. Y es precisamente por eso. Nada a gran escala, pero un millón de pequeñas cosas que me han hecho sonreír.
Lo más destacable ha sido que, una semana después de que abrieran Starbucks en Salamanca, Manu y yo fuimos a canjear nuestros vales de bebidas gratis (privilegios de la prensa) y tomé mi primer Pumpkin Spice Latte de la temporada. ¡Sabe a otoño! 😋 Estoy deseosa de que los paisajes se tornen de colores vivos para poder disfrutar de esta estación como es debido.
Ahora os dejo con los descubrimientos de esta semana.
1- El fashion drama de Paquita Salas
Me encanta Paquita Salas y me encantan los fashion drama que hace la directora Inés de Léon para Vogue España. Evidentemente, el crossover iba a ser maravilloso. A los que os gusten también los dos conceptos, este vídeo os va a encantar.