La elegancia es saber vestir adecuadamente para cada ocasión. No es más elegante quien va con un vestido de gala a la playa, sino quien escoge un pareo con estilo y sabe combinarlo sabiamente con sus complementos de forma práctica. Lo mismo ocurre para un día caloroso en nuestro jardín.
Yo soy una enamorada de pasar mañanas o tardes enteras en el jardín de mi casa de vacaciones del pueblo. Nosotros vivimos en la ciudad, por lo que no tenemos ni animales ni huerto, solo una casita a la que vamos algunos fines de semana y las vacaciones de verano, momento perfecto para sacar la tumbona al jardín y leer bajo la sombra de los ciruelos japoneses y el sonido de los pajaritos.
Para estas situaciones me gusta ir cómoda, fresquita, pero también chic. No porque tenga un vecino guapo, sino porque, simple y sencillamente, me gusta. Me hace sentirme bien conmigo misma. No encuentro nada de agradable en salir al jardín en ropa de andar por casa, sinceramente.