Tengo la cabeza tan llena de noticias del atentado de París que apenas puedo pensar en lo que he hecho esta semana. Parece mentira, porque me separan muchos kilómetros de París y no tengo ningún vínculo con nadie que haya estado allí, y aún así tengo un nudo en la garganta. Y no es el típico discurso sensiblero cuando en realidad estoy perfectamente bien en mi casa tomándome un capuccino, porque, si no, ahora mismo estaría hablando de otras cosas. Lo que ocurre es que siento que nada de lo que haya hecho tiene importancia ahora cuando está muriendo gente ahí fuera.
Es increíble que aquí pensemos que vivimos en un mundo civilizado, porque no es así. Es injusto que tenga que morir alguien para que otras personas demuestren algo. Y es en estos momentos cuando empezamos a mirar a nuestro alrededor y vemos la cantidad de cosas que están mal. Me parece muy triste.
No dejo de pensar en todas las víctimas y en sus familias, que podríamos haber sido cualquiera. En que tendrían hijos, parejas, padres, amigos, familiares lejanos... Tendrían planes de futuro que ya nunca podrán hacer, o cosas que les quedaban por decir. Y ahora ellos ya no están, pero están quienes les esperaban en casa esa noche, o con quienes habían quedado ese fin de semana, o quienes esperaban unas palabras. Ahora ellos solo tienen sitios vacíos y terribles imágenes en las noticias. Y ahora soy consciente de que, no solo podríamos haber sido cualquiera, sino que aún podemos ser cualquiera y que habrá otros que lo serán. Lo siento, pero para mí la bandera de Francia en la foto de perfil no es la cuestión.
Os dejo con mi top 5 de la semana después de estas divagaciones un poco inconexas.
Juro que este es el único punto sobre esta tragedia y todo lo demás es bonito. Es solo que me emociona que esto haya pasado en mi propia ciudad. Me da pena habérmelo perdido, pero estaba en Madrid. La Plaza Mayor se tiñó de los colores franceses y cientos de personas acudieron a reunirse para guardar silencio por las víctimas. Podéis leer la noticia en mi periódico, La Crónica de Salamanca.
2- Frostie, el cabritillo inválido
Si antes os habéis quedado con ganas de llorar por Francia, ahora vais a llorar, pero de emoción, ternura y cosas buenas. Quiero decir... este vídeo. Es tan... Ni las palabras me salen. Miradlo.
3- El becario
¡Qué ganas de ver esta película! Llevo toda la semana escuchando buenas críticas de ella y estoy mordiéndome las uñas por encontrar un hueco libre para ir al cine. Anne Hathaway y Robert de Niro en la misma película ya es algo muy bueno, pero si además le añadimos moda... Tiene pinta de ser una de esas pelis feel good que tanto adoro. De momentos solo puedo ver el trailer una y otra vez.
4- El sueño de mi vida
Y de una peli que no he visto aún a otra que sí y que me ha encantado. ¡Recomendación aquí! No es precisamente actual, de hecho es de 2004 (año de grandes pelis, btw), pero la vi por primera vez esta semana y me encantó. No deja de ser una peli de entretenimiento sin más pretensiones, pero es de las que me suelen gustar y no me dejó indiferente. Además, Jennifer Garner y Mark Ruffalo como pareja. Solo digo eso.
5- Acapella app
En serio, esta nueva app de moda me está volviendo loca. ¡Me encanta! Es decir, me encanta para que la usen otros porque como tenga que salir algo bueno de mí ahí... En fin. Se trata de una app que lo está petando porque permite a los usuarios hacer sus versiones de canciones a capella. Ya sabéis, sin instrumentos, todo con voz. Y, además, permite grabarlo y postear el resultado. Y lo mejor de todo es que deja vídos insuperables. En serio, hay gente con mucho talento ahí fuera. Acapella app es el nuevo Vine.
Hasta aquí mi top 5 de esta semana. ¿Cómo fue la vuestra?
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