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Del otoño a la Navidad


Ser bajita tiene algunas desventajas. Una de ellas es que casi siempre necesito coger el bajo de la ropa porque las cosas me quedan largas. Normalmente lo hago yo misma, pero con prendas más delicadas me toca acudir a los profesionales. Y esto pensaréis que lo hago inmediatamente, pero lo cierto es que no es así. La ropa en cuestión puede quedarse meses en su bolsa hasta que mi persona se decide a pasar por la mercería. Claro, a ese tiempo súmale el que tarden, por lo que cuando quiero tener la prenda arreglada ya no me la puedo poner porque hemos cambiado de estación. Bueno, pues eso me pasó con este vestido, que ahí donde lo veis lo compré en las rebajas de hace un año.

Este vestido de cuadros es perfecto por muchas razones. Su estampado a cuadros lo hace ideal para esta época del año, en la que pasamos que pensar en el otoño a pensar en la Navidad. El lacito anudado al cuello lo convierte en una prenda de estilo femenino y romántico.

El otro día aproveché las últimas luces del otoño para ponérmelo con unas botas y una chaqueta larga y fuimos a dar un paseo por el parque antes de que las hojas desaparezcan de los árboles por completo.







Este vestido de cuadros lo compré hace un año en las rebajas de Zara. Fue un encuentro fortuito mientras miraba otras cosas y supe que tenía que venirse a mi casa.

Si me leéis a menudo, os sabréis esta cantinela de memoria, pero este tipo de vestidos me parecen perfectos para el frío. En primer lugar, porque son de manga larga, lo que permite combinarlos con capas fácilmente y quita gran parte del frío. En segundo lugar, porque son amplios, lo que favorece también esto mismo. Y en tercer lugar porque sus colores permiten combinarlo con prendas más invernales (negro, azul, blanco, rojo, burdeos...).

El toque camisero y el lazo anudado al cuello es lo que le da un toque más fino y romántico. Así conseguimos estar bien vestidas para diferentes ocasiones solo con ponernos un vestido.






Y así, con infinita tristeza, es como le digo adiós al otoño. Ya sé que esta estación dura hasta el 21 de diciembre aproximadamente, pero mi mente está empezando a entrar en modo Navidad y eso no hay quien lo pare. Me da pena dejar atrás mi estación favorita con todo lo que trae, pero también me emociona pensar en las fiestas navideñas.

Es una pena porque algunos árboles, como los de las imágenes, aún nos dedican esos colores tan preciosos, pero es cierto que ya se empieza a notar la ausencia de hojas y cada vez hay más árboles desnuditos poblando nuestros parques. Creo que esa ausencia de colorido que da la naturaleza es lo que menos me gusta del invierno. 





Vestido / Dress: Zara (old)
Botas / Riding boots: Fosco (old)
Bolso / Tote bag: Sfera (old)

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