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7 ridículamente pequeños cambios para una vida más saludable



Cuando se habla de cambiar la alimentación inmediatamente se nos viene a la cabeza otra horrible dieta llena de restricciones y que sabemos que vamos a dejar en pocos días. Sin embargo, a veces mejorar la alimentación no consiste en un gran cambio drástico, sino en pequeños cambios y sustituciones de alimentos que no nos cuestan nada.

Hoy os doy esos pequeños consejos que pueden ayudar a mejorar nuestra alimentación sin apenas esfuerzo ni cambio decisivo en nuestra dieta. Y es que hay ciertos alimentos nocivos que comemos cada día y que tienen alternativas más simples de lo que pensamos.




1- Cambia el azúcar blanco por el azúcar moreno

Simple, ¿no? ¿Qué nos cuesta coger el paquete de azúcar moreno en vez de el blanco en el súper? Nada. ¿Y qué ganamos? Mucho.

Veréis, es muy simple, el azúcar sale de la caña, eso lo sabemos, y la caña es de color marrón. El azúcar, por naturaleza, es marrón, es decir, moreno. Esto quiere decir que, para que el azúcar sea blanco, el producto pasa por una serie de tratamientos muy poco saludables. ¿Os imagináis que os dan puré de plátano y es de color rojo? Supongo que os preguntaríais qué lleva. Pues con el azúcar blanco es lo mismo. De hecho, en algunos países está prohibido.

Y la razón por la cual no cambiamos el azúcar por un edulcorante, es, básicamente, que éste es aún peor. Es todo químico. Nuestro organismo funciona mejor si le damos cosas naturales, y en cuanto al azúcar lo más natural que hay es el azúcar moreno.


2- Cambia la leche entera o semi por desnatada sin lactosa

No sé si habéis oído hablar del debate de si deberíamos seguir tomando leche y la respuesta es no. Pero no voy a entrar en el tema, simplemente decir que la leche desnatada sin lactosa es mucho más ligera, nuestro organismo es capaz de digerirla mejor y tiene muchísimas menos grasas y calorías que las otras leches.


3- Cambia los snacks por frutas pequeñas o troceadas

Todos tenemos esos momentos en los que necesitamos algo para picar. Ya sea mientras trabajamos, vemos la tele, estudiamos... Y muchas de esas ocasiones son las causantes de nuestra mala dieta. Es muy difícil dejar este "vicio", que pueden ser palomitas, patatas, gaminolas..., no porque necesitemos ese aporte calórico, sino porque ya tenemos la manía adquirida de comer mientras realizamos ciertas actividades.

Por eso la mejor idea no es privarse y obligarse a no consumir dichos snacks sino cambiar esa manía. Lo ideal son frutas pequeñas, como las uvas o las fresas, que se puedan ir cogiendo y llevando a la boca, o pedazos de fruta que vengan ya partidas. Esto es porque muchas veces comemos cosas poco sanas solo por no partir la fruta. En el Carrefour Express, por ejemplo, venden tarrinas de piña troceada por un euro. Podréis no quitaros la manía (nadie lo hace), pero podéis cambiar lo que os lleváis a la boca.


4- Cambia los alimentos precocinados por el gazpacho envasado

Todos hemos pasado por esta situación. Estamos muy cansados para cocinar, no tenemos tiempo o no tenemos ganas, y tiramos de esas comidas precocinadas, congelados para hacer en pocos minutos o comida rápida. Muchas de esas veces es porque, simple y llanamente, nos da la gana. Pero otras, aunque nos gustaría comer mejor, no podemos hacerlo de otra manera. 

Bien pues hay una solución muy sana y mucho más rápida: el gazpacho envasado. Abrís el envase, echáis el gazpacho en el plato y ya está, nada más. Y es un alimento totalmente natural. Vale, no es el hecho en casa, pero es mejor que muchas otras cosas.


5- Cambia los refrescos por zumos

Es verano, hace calor y salimos a las terrazas. Lo más natural es pedir un refresco. Pero los refrescos, sobre todo nuestra amada Coca-Cola, tiene una gran cantidad de azúcar muy nociva para el organismo. Ya sabéis lo que dicen, uno al año no hace daño, pero cuando te pasas los días a refrescos... te pasa factura (una factura que no queréis pagar, en serio). Eso por no hablar de la cantidad de gases que tienen.

Pero hay una alternativa mucho más sana y natural: los zumos. Nos los sirven frescos, recién hechos (en los mejores casos) y están deliciosos.  Vuestro cuerpo lo notará.


6- Cambia el café por infusiones y té

Hay infusiones y tés de todo tipo y de todos los sabores posibles. No voy a decir nada malo del café, porque creo que es la razón de vivir de muchas personas (me incluyo), pero cuando se trata de mejorar la alimentación sí que hay que dar el salto a las infusiones, que son mucho más sanas y depurativas. Además, tienen muchísimas propiedades para diferentes males que van mucho más allá que la necesidad de cafeína.


7- Cambia el pan por pan integral

Bueno... más bien... "cambia todo por su versión integral si la hay" sería mejor, pero me centraré en el pan. El pan integral, ya sea de barra o de molde, tiene muchos más beneficios que el normal, ya que posee más cereales y fibra, que ayuda a regular nuestro organismo. Además, ¡está muy rico! una vez que empiezas a comer pan integral ya no quieres dejarlo.



1 comentario

  1. Cambiar el café por infusiones y té es descubrir un mundo de sabores sutiles y revitalizantes. Cada sorbo es un viaje sensorial que despierta los sentidos con notas exquisitas y reconfortantes.

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