Tal y como os prometí en mi anterior post, hoy voy a compartir una receta de cupcakes. Supongo que a estas alturas todos sabréis que me encantan y que los hago muchas veces, pero esta es la primera vez que lo hago para el blog. En primer lugar porque no se me dan muy bien aún, y en segundo lugar porque este no es un blog de cocina ni repostería. Pero bueno, hacía mucho desde mi última receta así que hoy tocaba.
Esta vez los hice de chocolate y Baileys, como regalo por el cumpleaños de la madre de Miguel. Como sabréis el Baileys tiene alcohol. Es cierto que no os vais a emborrachar por unos cupcakes, pero si sois menores cuidado con esto de todas formas. La receta original es del blog de Alma Obregón (Cupcake Maniacs), pero yo la he cambiado un poquito.
Espero que os gusten y lo intentéis hacer. ¡Manos a la obra!
Ingredientes:
-Base de bizcocho:
*115 gramos de mantequilla (Cuando se dice esto se sobreentiende que es sin sal y a temperatura ambiente, para que lo sepáis para otras veces)
*120 gramos de azúcar (Es blanco a excepción de que os digan moreno)
*3 huevos medianos
*150 gramos de harina de repostería
*50 gramos de soluble al cacao (Colacao por ejemplo)
*1 cucharadita y media de levadura
*60 mililitros de leche
*60 mililitros de Baileys
-Almíbar:
*100 gramos de azúcar
*100 mililitros de agua
*30 mililitros de Baileys
-Decoración:
*Crema de chocolate preparada
*Perlitas plateadas
Receta:
PRIMER PASO: Hay que tamizar la harina en un bol para que quede finita y evitar que luego se hagan grumos al batir. Después tamizamos en ese mismo bol el cacao y la levadura. Esta mezcla se reserva para después. Para tamizar solo necesitáis un tamiz, donde echáis la harina y con una cucharilla la removéis hasta que se cuele toda.
Importante utilizar harina especial para repostería. Esta es de Gallo.
SEGUNDO PASO: Cogemos otro bol diferente, a poder ser más grande, y en él echamos la mantequilla. Recordad que debe estar a temperatura ambiente. Después echamos el azúcar y lo mezclamos bien. Mi truco es batirlo con una cuchara de madera, pues con batidora es complicado, ya que la mantequilla se le adhiere y es un rollo tener que estar quitándola constantemente. Es más fácil dejarlo batido a mano y luego emplear la batidora.
Así queda tras mezclarlo con la cuchara de madera.
TERCER PASO: A esa mezcla le echamos los huevos uno por uno, batiendo para que coja consistencia. Yo he hecho lo mismo que antes, remover con la cuchara de madera cada vez que echaba un huevo. Después lo batí con batidora ya todo junto.
CUARTO PASO: ¿Recordáis el bol con la harina tamizada que reservamos? Pues echamos la mitad en esta mezcla. Solo la mitad. Y batimos a velocidad baja.
QUINTO PASO: Ahora hay que añadir la leche mezclada con el Baileys. Y volver a batir.
Yo utilicé dos jarras medidoras para calcularlo y mezclarlo después.
SEXTO PASO: Añadimos la otra mitad del bol de harina tamizada. Y batimos de nuevo.
SÉPTIMO PASO: ¡Mezcla de bizocho terminada! Ahora toca preparar todo para el horno. Pasa a pasito.
Forramos la bandeja del horno con papel de horno. Este es marca blanca (El Árbol).
Preparamos el molde y las cápsulas de papel. Yo utilizo un molde-bandeja de silicona. Reconozco que no es lo mejor, pues se suele quemar.
Colocamos las cápsulas en el molde.
Echamos la masa. Esto se hace con la cuchara de bolas de helado, pues es un truco para rellenar de forma exacta una cápsula con 2/3 de masa. Ni más ni menos, pero sobre todo no echéis más.
Hora de precalentar. Os preguntaréis por qué no precaliento antes. Muy sencillo: conozco mi horno. Si lo pongo a precalentar antes no calculo el tiempo que puedo tardar y con mi horno es un error dejar en precalentamiento más de diez minutos de reloj, pues calienta en exceso y los cupcakes se quemarían.
Por ello os recomiendo utilizar un termómetro de horno, para controlar la temperatura real que hay dentro del mismo. Este aparatito se introduce sin miedo, pudiendose dejar de pie o colgado de la bandeja, de forma que sea visible desde el exterior a través del cristal.
Vamos a precalentar a 180 grados, con calor arriba y abajo.
Pasados diez minutitos y precalentado el horno, metemos la bandeja con los cupcakes dentro con ayuda de unas manoplas de cocina.
Imagen desde el exterior del horno.
Vamos a dejarlos hornear unos veinte minutos (Más o menos). Cuando creáis que van estando id pinchando con un palillo (Yo utilizo un palillo de brocheta de metal). Cuando el palillo salga limpio es que ya están bien hechos por dentro y se pueden sacar.
La bandeja la vamos a poner a una altura media-baja, pues se hacen mejor por arriba.
Y un consejito: a la mitad del horneado dadle la vuelta a la bandeja, pues el horno calienta más a los cupcakes que están hacia atrás. De esta manera le ayudaréis a hornear toda la bandeja de forma uniforme.
OCTAVO PASO: En la cocina no se desperdicia el tiempo, así que, mientras los cupcakes están en el horno, hay que hacer el almíbar. Para ello cogemos un cazo pequeño, donde debemos echar el agua y el azúcar. Esto lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición. Una vez que esté hirviendo, retiramos del fuego y añadimos el Baileys. Dejamos la mezcla a temperatura ambiente para que se temple.
NOVENO PASO: Cuando los cupcakes estén terminados, los sacamos del horno. Y, antes de que enfríen, los pintamos con el almíbar con la ayuda de un pincel de cocina.
DÉCIMO PASO: Dejamos enfriar en el molde durante cinco minutos. Pasado ese tiempo, pasamos los cupcakes a una rejilla y los dejamos ahí hasta que enfríen por completo.
Yo no tengo rejilla metálica, pero utilizo una de madera. (Sí, lo sé, tengo que comprarme una ya...)
UNDÉCIMO PASO: Cuando estén completamente fríos, llega la hora de decorar. Quiero dejar claro que la receta original era con buttercream, pero no pude hacerlo por motivos batidoriles, así que utilicé la vía rápida, que es un buen sustituto. En concreto la crema de chocolate de Dr. Oetker, pues viene una bolsita muy cómoda similar a la manga pastelera y además viene con cuatro boquillas diferentes, a elegir dependiendo del objetivo. Después echamos las perlitas plateadas, que vienen en un botecito.
¡Et voilá!
¿Prometéis intentarlo? ¡Venga! Los próximos los haré con una buena buttercream bien puesta con manga pastelera.
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