El otoño es mi estación favorita precisamente por cosas como esta. Grandes campos coloridos, chalecos de cuadros, botas de L.L. Bean y vegetación exuberante. Estas fotos son una de las mejoras muestras de lo que soy porque, si por mí fuera, iría así 24/7 lo que dura esta estación.
El fin de semana pasado, tal y como os conté en las stories de Instagram, mis amigos y yo nos fuimos a pasar la tarde a la Sierra de Francia. En Salamanca es una opción muy recurrente, ya que pasas de estar en la ciudad y en los campos de secano a estar en mitad de un bosque de helechos y líquenes en tan solo una hora.
Mientras estábamos investigando la zona a través de las serpenteantes carreteras de la Sierra, vislumbramos a lo lejos un enorme viñedo rojo. Todo rojo. Y me sentí en mitad de un sueño otoñal. No pudimos evitar perdernos entre sus vides y admirar la belleza de todo aquello. El resultado... ya lo imagináis.
Sí, nos pusimos perdidos de tierra, eso no os lo puedo negar. Pero mereció muchísimo la pena. Para mí, ha sido uno de los mayores descubrimientos paisajísticos de mi vida.
Como ya he dicho, yo iría así vestida todos los días de otoño si pudiera. Jersey con coderas (que lo tengo desde hace muchísimo tiempo y sufriré si algún día se estropea), chaleco de cuadros y Bean boots. Lo podría cambiar por unas botas de agua, pero poco más.
Después de investigar por esta preciosidad de viñedo (y terminar de enguarrarnos bien las botas), decidimos buscar un lugar donde parar en mitad del bosque. Como es un lugar muy bonito y cómodo, acabamos parando en La Legoriza (muy recurrente para las excursiones), donde hay un gran merendero y muuuucha vegetación.
Actualmente, no está del todo otoñal, ya que no ha hecho un tiempo muy de otoño últimamente. Todavía está demasiado verde para mi gusto. Eso sí, ese lugar en unos días está completamente colorido y convertido en una alfombra de hojas. Y volveremos.
¡Ah! Se me olvidaba la mejor parte: ¡hicimos un amigo peludo! Este perrete se nos acercó y empezó a posar con nosotros como todo un profesional, y luego no nos quería dejar. ¡Nos acompañó casi hasta el coche cuando nos íbamos! Y yo casi me lo llevo, por supuesto.
Lo cierto es que nos lo pasamos realmente bien. Necesitaba un día de reconexión con la naturaleza porque es algo que me carga las pilas. Reconozco que, para mí, sería muy difícil vivir en una gran ciudad por estar tan lejos de la naturaleza. Y sí, soy de esas personas que siempre eligen la montaña antes que la playa.
Fotos hechas por Manuel Laya / Luxmantica Photos
Jersey / Sweater: Zara (old) / Similar
Camisa vaquera / Denim shirt: Springfield (old) (Similar)
Chaleco acolchado de cuadros / Puffer plaid vest: Aliexpress
Jeans: New Look Petite
Botas / Boots: L.L. Bean
Collar / Necklace: Sfera (old) (similar)
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