Es la primera vez que hago esto: una publicación para felicitar Halloween que no contiene más de Halloween que las calabazas. Dicho lo cual...
¡ME ENCANTA HALLOWEEN! Y sí, me he pasado todo el miércoles diciéndole a la gente "¡feliz Halloween!". Y Manu bufando al lado, claro. Para estas cosas mi gallego es muy castizo, pero se deja arrastrar por mí para hacer cosas como esta. Y a Álex tampoco le queda de otra.
El caso es que me encanta esta fiesta. La decoración, los disfraces, las chuches, los especiales de la tele... Mi sueño es, algún día, poder pasar este día en Estados Unidos recogiendo caramelos de casa en casa y yendo a fiestas. También influye que es la festividad del otoño, que es mi estación favorita, y hay mucho de calabazas, chocolate calentito y mantas.
¡Psst! Dale a "leer más" y te cuento un poquito del origen de esta festividad 😉
Supongo que todos habréis oído decir que eso de Halloween es "una americanada", que lo nuestro es más de comer buñuelos en el Día de Todos los Santos y que si a ver si los americanos celebran la Semana Santa en Missouri. Pues la próxima vez que escuchéis eso, estáis legitimados para decirles a esos señores que están terriblemente equivocados.
Porque, sí, Halloween es más europeo que La Haya. Concretamente, era una tradición de los celtas que se llamaba Samhain. Por lo tanto, se celebraba en zonas como Irlanda o Escocia (Galicia incluso) para festejar que se terminaba el verano y empezaba la época de cosechas.
¿Que qué tiene eso que ver con las brujas y las calabazas? Bueno, pues resulta que los celtas creían que la noche del 31 de octubre se abría la puerta entre el mundo de los difuntos y el de los vivos. Es por eso que tallaban nabos (sí, nabos) para hacer con ellos un farol que guiase a sus familiares difuntos y ahuyentase a los espíritus malignos.
Del mismo modo, se disfrazaban (no de cosas de miedo) porque pensaban que así engañaban a los espíritus. Y los niños recogían presentes (que dudo mucho, aunque no lo puedo asegurar, que fueran chuches precisamente) de casa en casa para la ofrenda a sus dioses.
Total, que de estas que llega la santa madre Iglesia y dice que se acabaron las fiestas paganas. Entonces el papa Gregorio IV popularizó la celebración del Día de Todos los Santos el 1 de noviembre para que coincidiera con esta fiesta. De algún modo, intentaron aunar ambas cosas, pero eso es un poco lío de explicar, así que vamos al meollo.
Los irlandeses, al emigrar al nuevo continente, hicieron resurgir esta festividad. Curiosamente, se llamó en inglés "all hallow's eve" o víspera de todos los santos, lo que se acabó transformando en la palabra halloween. Y no me preguntéis por qué. El caso es que un año hubo excedente de calabazas y dijeron "oye, esto hay que amortizarlo, quitad de ahí los nabos", y se dieron cuenta de que, además, era más fácil tallar calabazas que nabos.
Luego de ahí ya se pasó a la leyenda de Jack O'Lantern, que viene a ser esa carucha terrorífica que se talla en las calabazas. Se dice que era un irlandés pendenciero (me encanta esta palabra y quiero usarla más) que engañó al diablo para que no se quedara su alma. Al morir, no le querían en el Cielo ni en el Infierno (obviamente), por lo que se cuenta que quedó atrapado en la tierra vagando por ahí con su linterna nabo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Con lo que os acabo de contar, ya veis que me siento totalmente legitimada para celebrar Halloween como se merece. Empezando por comprarme las calabazas más grandes que haya en el mercado. Os recuerdo que la semana pasada el gallego y yo estuvimos tallando unas más pequeñitas y que en el post podéis aprender cómo y pasar un buen rato.
Hablando del outfit de las fotos, he hecho un resurgimiento de los leggings negros porque ME ENCANTAN y no me avergüenzo de ello. Además, son perfectos para esta estación porque son cómodos, calentitos y quedan de perlas con un jersey oversize y unas botas. Le podéis añadir la megabufanda de cuadros a placer. Yo siempre digo sí a eso. Ya me conocéis.
Por cierto, el día de las fotos llovía a mares, por lo que las botas de agua no venían nada mal. Aprovecho para comentar que las compré en Chicfy por menos de la mitad de lo que valen unas Hunter originales y sigo living por ello.
Fotos hechas por Alex Lorrys y Luxmantica Photos
Jersey / Sweater: Primark / Similar
Leggings: Calzedonia
Botas de agua / Rain boots: Hunter
Calcetines / Socks: Hunter
Bufanda / Scarf: Jo and Mr Joe (old) (similar)
Abrigo / Coat: Easy wear (old) / Similar
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